Hay un estigma de larga duración relacionado con llevar las sobras a casa y que ha impedido que los comensales europeos aborden la reducción de desperdicios en la mesa del restaurante.
Los restaurantes de Cataluña desperdician entre el 4% y el 10% de los alimentos que compra, según un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona. Esta cifra se traduce en unas pérdidas de más de 40.000 toneladas de comida anualmente atribuibles a la restauración privada y al sector del catering vinculado a las instituciones públicas en Cataluña, donde se centra el estudio.
Qué pasaría si pudiéramos revertir esta percepción creando una pieza que les guste a las personas y que quieran llevar como una señal de que no desperdician comida?
Sobre esta pregunta ha trabajado el equipo de Dbag y que ha contado con el talento de Bibiana Mesa de WGSN, Raquel Casilla de Compass group y Marias Isabel Isabel Huasasquiche de Open Ideo.
La idea final se basa en crear no solo una pieza icónica contra el desperdicio si no algo de uso diario con connotaciones marcada de tendencia y colores a la moda. La Dbag no es solo un tupper si no un contenedor donde se pueden llevar nuestro enseres y también hacer de testimonio de la sensibilidad de quien lo lleva. Eco-materiales y diseño meticuloso se acompañan con un movimiento anti- desperdicio impulsado por las redes sociales.